A cierta hora en que la noche se hace día
Entonces el sonido de un avión. Primero levantarse con la luz del cielo en la cara, después el sonido de un avión -como si toda nuestra vida fuera a significarse con la presencia de los aviones a partir de ese momento-, paseaba en el cielo lentamente. Llevando o trayendo gente. Muy lejos de mi nerviosismo matutino por haber despertado dos horas tarde de lo pactado por la rutina. Igualmente no creo que fuera la primera vez que llegaba tarde al trabajo esa semana. Pero ésta vez era diferente, no era la misma persona que el día anterior, algo tenía otro gusto en el aire. Sí, el mundo estaba ahí como siempre, pero con otro sabor, con otra perspectiva. Con la sensación de que habían cambiado todas las perspectivas del universo. ¿Por qué repito tantas palabras?, ¿Por qué estoy llegando tarde al trabajo? Anoche salí, claro. Salí con alguien, -Se aleja el avión, el sonido ya no se escucha.- Se impacientaba, habían pasado dos horas del horario pactado y se encontraba listo, bañado y vestid