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Mostrando las entradas de mayo, 2020

El cantor

Soy el cantor de la ciudad, Bajo las calles me verán. En el andén del subte B Y en cualquier lado con mi buena fé. Con la criolla salgo a andar, Los pies cansados de esperar Que de tanto caminar Me quede bien algún lugar. Solo tengo unos minutos Para tocarte el corazón. Y hacer que tu día sea mejor Con mi canción. Sólo tengo unos minutos Para tocarte el corazón. Voy volando bajo si me llevo tu atención. Hoy te vas a enloquecer A la misma hora de ayer. Hay un fantasma en tu ciudad, La que amanece cuando despertas. Soy el cantor de la ciudad, Lo observo todo y canto mal. Tan apurado imaginás Que el mundo es tuyo y nada más.

Recuerdos del A.S.

El encierro me hacía mal, no por estar encerrado sino por no poder hacer las cosas que hacía cuando salía, la realidad era libre, pero la vida no estaba ahí como antes, porque la vida son los momentos, la cosas que hacemos, y los momentos ya no estaban, sólo había tiempo, mas tiempo que el que jamás habíamos tenido y eso nos asustaba. A veces me angustiaba muy fuerte, pero otras veces me sentía extraño. De pronto algo llegaba adentro mío, como si fuera un viejo amigo perdido que llevaba décadas sin siquiera oír nada de él. Eran los juegos de mi infancia, la euforia, la inmadurez, nada tenía sentido, y aún así lo tenía. No sé qué tenía pero no lo iba a soltar tan fácil. La ganas nerviosas de jugar y la nobleza de no ser nadie, ya que el ser alguien me limitaba. Al no ser nadie yo jugaba a ser alguien, era un policía, un delincuente, un bombero en acción. Yo era la vida y me echaba a rodar, al costado del camino acompañado de los instantes dábamos vueltas, porque "la v

El reloj

Quiero ver el sol caer Deslizándose en tu piel Pero no hay tiempo. Creo que al final del cuento Terminó por el comienzo Y ya no hay tiempo. Se acabó, ya lo ves, El odio y el amor, Y todo fue Una vuelta en el reloj. Vivo en el instante que Se perdió sin entender Que ya no hay tiempo. Una lagrima trazó El camino a tu creador Y ya no hay tiempo. Se acabó, ya lo ves, El odio y el amor, Y todo fue Una vuelta en el reloj.

Un hermoso jardín

Me encandiló tanto Lo mucho que brillaba que lentamente Lo quise apagar. Le construí una jaula A su libertad, Esa que tanto amaba, Y de a poco... Me di por vencido. Como llegué, Me fui. Pero claro, no sin antes, Pisotear todo a mi paso. Y asi cuando mañana vuelva a brillar el sol Descubrirá los vestigios De lo que alguna vez Fue un hermoso jardín. Hoy es un estropeado paisaje, Undido en su dilema, Pero aún asi... Sigue brillando.